PROPÓSITO
Vamos a realizar entre todos una meditación para reconocernos como partes integrantes de un todo. Somos seres valiosos por el mero hecho de nuestra existencia. Somos seres perfectos que forman parte de la perfección global. Cada una de nosotros da forma a la totalidad, crea el conjunto.
El ser humano es en sí una Unidad, que se integra en el planeta que lo acoge y lo sustenta. A la vez, el mismo planeta es una Unidad que se integra en un todo mayor y más amplio, y también lo son el conjunto de planetas, estrellas y galaxias que componen el Universo.
Todo lo que nos sucede en nuestras vidas tiene sentido y forma parte de la Unidad, aunque a veces no podamos comprenderlo o nos rebelemos contra las circunstancias. Al oponernos a las circunstancias sin querer nos estamos bloqueando, y afectamos con ello a todos los que forman parte de nuestra realidad.
La Unidad crece si nos permitimos fluir. Fluimos al adaptarnos con agilidad a los cambios y no oponernos a ellos. Fluimos al estar atentos a las señales que nos llegan por sincronicidad. Fluimos al responder a la llamada de nuestras sensaciones internas. Pero, sobre todo, fluimos al estar conectados con nuestro corazón y permitir que sea él el que nos guíe, porque es a partir del corazón desde donde la Unidad se vuelve posible.
INVOCACIONES
- Solicitad el permiso de los guardianes del lugar donde os encontráis para realizar el ritual.
- Invocad a los elementales del Aire, de la Tierra, del Agua y del Fuego.
- Presentad vuestro respeto a los seres que habitan en los cuatro Puntos Cardinales y en las ocho direcciones que rigen el Universo.
- Solicitad la presencia y la ayuda del los Arcángeles, especialmente del Arcángel Metatrón.
- Solicitad la presencia y la ayuda de vuestros guías espirituales. Que vuestros guías espirituales formen otro círculo alrededor del que vosotros habéis creado para ayudaros a armonizar las energías que estáis compartiendo.
Esperad unos segundos hasta que todas estas energías se manifiesten y armonicen el círculo.
RELAJACIÓN Y ENRAIZAMIENTO
Colócate en una posición cómoda, con las palmas de las manos hacia arriba, y cierra los ojos
Inspira profundamente tres veces.
Mientras lo haces, permite que el aire que sale de ti arrastre con él todo lo que te preocupa o inquieta. Cualquier rastro de incomodidad, duda o temor.
Conéctate ahora al centro de la Tierra. Puedes hacerlo visualizando que surgen raíces de tu chakra base hasta alcanzar el centro de Gaia y abrazarlo.
Una vez que ya estás enraizado, pídele a la Madre Tierra que te sostenga, que te aporte su energía, que absorba de ti todo aquello que pueda molestarte o desconcentrarte durante la meditación. Pueden ser tus propios pensamientos, algún bloqueo energético, alguna incomodidad en tu cuerpo… No importa. La Madre Tierra se encargará de absorberlo y transmutarlo.
Inspira nuevamente y siente la energía de la Madre Tierra alimentando tu chakra raíz. El poder de la Madre Tierra te nutre mientras tú continúas inspirando y espirando con suavidad para permitir el flujo energético.
La energía de la Madre Tierra va subiendo por tu columna vertebral, equilibrando tus chakras, uno a uno, concediéndote su amorosa energía y su fortaleza. El sacro, el plexo solar, el corazón, la garganta, el tercer ojo y, finalmente, la corona.
De tu chakra corona surge ahora un halo de luz blanca que te conecta directamente con el Sol central, y de él también recibes su energía. La energía del Sol central recorre ahora todo tu cuerpo, baña tus células y te armoniza.
Ambas energías cohabitan en ti ahora: la energía de la Madre Tierra y la energía de La Fuente.
Ya estamos preparados para recuperar la conciencia de ser Uno.
Nos damos las manos. (Izquierda hacia arriba y derecha hacia abajo)
VISUALIZACIÓN
Con los ojos cerrados vamos a imaginar una flor blanca cerrada que comienza a abrirse en este mismo momento.
Sus pétalos van a ir abriéndose poco a poco mientras en tu interior va instalándose el silencio.
Disfruta de la hermosura de esta maravillosa flor de color blanco que ahora se abre ante ti.
Observa con atención el tallo, el cáliz y la corola. Junto con los estambres y los pistilos de su interior, esta preciosa flor te ofrece la imagen de la perfección.
Observa su belleza. Disfrútala.
Al contemplarla te conectas directamente con tu esencia.
Su pureza es tu pureza; su luz es tu luz; su belleza es también la tuya.
Tómala entre tus manos y llévala hasta el centro de tu pecho.
Imagina que la introduces en tu interior, poco a poco, hasta que logres que la flor forme parte de ti.
Su esencia es ahora también tu propia esencia. Siéntela. Siente la pureza, siente la perfección, siente la paz, siente la belleza. Todo está en ti ahora. Forma parte de tu ser.
Ahora que tienes en tu interior la magia de esta flor tan especial, tan hermosa, concéntrate en tu corazón y responde internamente a la siguiente pregunta:
¿Quién soy?
Espera hasta que tu interior te muestre la respuesta. Quizás lo haga en forma de imágenes, de palabras o, simplemente, de sensaciones. No importa el modo en que lo haga. Espera.
PAUSA
Bien. Guarda la información que has obtenido como si se tratase de un tesoro muy valioso, porque realmente lo es. Lo que acabas de ver o de sentir en tu interior es justamente lo que necesitas saber en este momento para seguir avanzando.
Bien, Ahora date cuenta de que cada uno de los pétalos de la flor que has integrado en ti es una pieza clave de su perfección. Cada una de sus hojas, el tallo, los pistilos, el aroma que desprende, su textura, su color,…
Todos son directamente responsables del conjunto y dan forma y sentido a esta maravilla de la Naturaleza.
Al igual que sucede con la flor, cada uno de nosotros somos partes integrantes de un todo. Cada uno de nosotros damos forma y sentido al conjunto. Posibilitamos la perfección del total.
Entre todos formamos el Uno aquí, en la Tierra, y también en el Cosmos, unidos a todos los hermanos que habitan en otros planetas.
Responde ahora mentalmente, desde lo más profundo de tu corazón:
¿Cuál es mi mejor aportación al conjunto? ¿Qué pieza indispensable soy yo en el total?
Deja que tu corazón te muestre la respuesta.
PAUSA
No importa que tu aportación sea grande o pequeña. Sea cual sea es necesaria y beneficiosa para la perfección de todo cuanto te rodea y sostiene.
Siente en ti la energía de la respuesta que acabas de obtener.
Experimenta la satisfacción de saberte útil, válido e importante para la globalidad.
Tu aportación es necesaria porque tú también formas parte del Uno. Porque tú también eres Uno en ti.
Sintiéndote Uno, experimentando la conciencia del Uno que abarca todo tu cuerpo, todo tu ser, irradia ahora esa energía desde tu corazón hasta el centro del círculo.
En el centro del círculo comienza a formarse ya una columna de luz blanca muy brillante con la aportación de cada uno de los presentes.
Del centro de nuestros corazones surge la energía que da forma a esa columna de luz, que ahora comienza ya a conectar la Tierra con el cielo, el centro de Gaia con el Sol central, y ambos la alimentan con su propia energía.
La comuna de luz esta siendo alimentada por la Madre Tierra, por el Sol Central y por la conciencia de Unidad que parte de nuestros corazones.
La luz de la Luna llena que brilla en el cielo se une también a la columna de luz y amplifica su poder.
En el centro de este círculo estamos representando el Uno. Con la luz de Gaia, con la luz de la Fuente, con el influjo de la Luna y con la luz de nuestra propia intención unida.
Esta Unidad va a comenzar a expandirse ahora, poco a poco, abarcando primero todo el círculo, y después, lentamente, extendiéndose más allá del lugar en el que nos encontramos: más allá de los edificios, de las montañas y del mar…
La luz del Uno está expandiéndose más allá de esta ciudad, impregnando de Unidad los corazones de todos aquellos que entran en contacto con su energía; disolviendo rencores y desesperanzas; sanando heridas de separación; cohesionando.
Mientras continúa expandiéndose más allá de este país, de este continente, la luz de la Unidad acaricia a todos los seres vivos con los que entra en contacto. Todos sentimos la necesidad de una Tierra Unida, libre de batallas y de temor; un planeta cuidado y respetado, rebosante de vitalidad y de alegría; un ecosistema en armonía; una existencia plena y pacífica.
La luz de la Unidad que continúa expandiéndose siembra en cada corazón este deseo y siembra también una decisión: VAMOS A LOGRAR QUE SEA POSIBLE. VAMOS A HACERLO REALIDAD. Cada uno de nosotros contribuirá, desde su posición y con sus aportaciones, porque todos sentimos ya la necesidad de actuar para devolver a la Tierra la Unidad.
Todos la sentimos mientras la luz de cada uno de los círculos y de las personas que estamos realizando esta misma labor en la distancia se convierte también en Uno y abraza la Tierra.
Entre todos co-creamos la Red de Luz que ahora rodea a al Tierra por completo. Entre todos damos forma a la Unidad. Todos somos Uno, porque todo es Uno.
La Red de Luz que acabamos de co-crear continuará iluminándolos a todos durante 28 días, hasta la próxima Luna llena, fomentando la Unidad, acompañando a todos los hermanos que vibran en soledad, cohesionándonos.
Los seres de luz que nos han acompañado durante este ritual te dan las gracias por tu valiosa contribución a la hermosa tarea de expandir la Luz.
Nosotros también les damos las gracias a todos ellos. A los elementales del Aire, del Agua, del Fuego y del Aire, a los guardianes del lugar donde nos encontramos y a los seres que habitan en los cuatro puntos cardinales y en las ocho direcciones que rigen en el Universo.
Permite que tu cuerpo vaya recuperando el movimiento poco a poco, mientras colocas tus manos en el suelo y solicitas a la Madre Tierra que absorba de ti toda la energía que tu cuerpo físico no sea capaz de sostener, para evitar malestares innecesarios.
MEDITACIÓN DE LUNA LLENA
28 DE ABRIL
MEDITACION A DISTANCIA A LAS 21.00 HORAS
Para realizar en círculo con otras personas o en solitario manifestando la intención de unirse a uno de los círculos que realizan la meditación en la distancia.
- Vestidos de blanco.
- Al aire libre o junto a un altar, en el que deben estar presentes los cuatro elementos: Tierra, Agua, Aire y Fuego.
- Una vela blanca encendida delante de cada uno y otra en el centro del círculo.
- Cada uno con una piedra luna, que servirá para todos los rituales.
Recomendaciones:
- Que se coloquen en el interior del círculo aquellas personas que no están acostumbradas a este tipo de meditación.
- Al darse las manos, colocar la izquierda hacia arriba (entrada) y la derecha hacia abajo (salida).
RITUAL DE LUNA LLENA
28 de abril de 2010
Si quieres unirte a uno de los círculos que realizan estas meditaciones cada mes en España o en México, por favor, envíanos un email a la dirección indicada.
Los rituales de Luna llena son una actividad gratuita que ofrece Agartam y están abiertos a cualquier persona que desee participar.
www.agartam.com
Durante el ritual:
- Compartimos comida y experiencias.
- Hablamos de las energías de la Luna y de la temática del mes.
- Realizamos una meditación para equilibrarnos, recibir energía y transmitirla al resto de la humanidad y del planeta para co-crear la Red de Luz.
- Recibimos los mensajes de nuestros guías.
EN BARCELONA:
Nos encontraremos a las 20.00 horas,
PLAYA DE SANT VICENÇ DE MONTALT, Nº 18. alicia@agartam.com
*
EN MADRID: anabelen@agartam.com
EN SEVILLA: javier@agartam.com
EN MÁLAGA: rocio@agartam.com
EN PONTEVEDRA: rociocochon@agartam.com
EN JAEN: mariangelesmoreno@agartam.com
En NAVARRA: iviscarret@agartam.com
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EN MÉXICO: elena.mexico@agartam.com
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