La Ascensión, vivir en la Nueva Energía se trata de conciencia. Conciencia de que estamos aquí para amar, no para sufrir o “compensar” por errores o fechorías pasadas. Hemos elegido estar aquí para perdonarnos, perdonar y amar. Conciencia de que todo tiene significado en nuestras vidas.
Esto implica un flujo continuo de “darse cuenta”, experimentando el presente plenamente.
Conciencia de que somos un Ser de Conciencia Estelar que estamos aquí para aprender sobre libre albedrío, la elección y la activación de nuestro Verdadero Yo en esta dimensión.
Conciencia de que estamos conectados a todo, de que Todos Somos Uno y que, cuando amamos a otro, nos estamos amando, cuando lastimamos a otro nos estamos lastimando.
Conciencia de que las energías están acelerándose y alineándose con la Conciencia Divina. Nosotros elegimos armonía o disonancia. La disonancia ocurre cuando nos olvidamos de Quiénes Somos, cuando caemos en la primera lista de señales.
¿A qué estamos despertando? A nuestra completa y plena conciencia estelar.
¿A qué estamos amando? A nosotros mismos y a nuestra alma, que es lo mismo que amar Todo.
¿Qué estamos perdonando? Todas y cada una de las experiencias que alguna vez hemos tenido y que estaban basadas en la ausencia de Amor.
¿Qué estamos sanando? Todas y cada una de las partes de nuestro Ser Sagrado que están desconectadas (o disonantes) de la Única Fuente de Luz y Amor en la que fuimos creados.
Cada momento es un momento para el cambio, para el despertar.
¿Qué podemos hacer para acompañar los cambios más armónicamente?
- Adoptemos una actitud flexible: no juzgar ni rechazar lo nuevo, sentir y no pensar.
- Reduzcamos al mínimo posible el contacto con información negativa y concienticemos el poder de la palabra: no se trata de escapar de la realidad sino de crear una realidad verdadera, fruto de nuestro Poder Creador. Atraemos lo que somos. Evitemos las conversaciones cargadas de negatividad y los NO (no puedo, no quiero, no soy, no tengo).
- Redefinamos quiénes somos y qué hacemos: la crisis de la desocupación mundial es un indicador de los cambios económicos y sociales que se avecinan. Debemos trascender el título o actividad laboral que hayamos elegido y mirar nuestros dones y habilidades. Eso que nos dé placer y alegría realizar, eso que nos es fácil y donde se manifiesta nuestra creatividad y sello personal es lo que estamos llamados a hacer.
- Acompañemos los ciclos de la espiral evolutiva: la transformación tiene un comportamiento cíclico: lo ascendente toma impulso retrocediendo. Por lo tanto, si sentimos que hemos perdido el rumbo, tomémoslo con calma y sepamos que estamos viviendo el envión para el próximo nivel.
- Dejemos aflorar nuestro Niño Interior para traer creatividad a nuestra vida: la imaginación, la libertad para crear, la intuición, el entusiasmo, las emociones son patrimonio del Niño Interno. Sanarlo, contenerlo, nutrirlo, amarlo es prioritario para que nos ayude a encontrar nuestro verdadero camino.
- Démosle cabida a nuevos vínculos y aceptemos la culminación de algunas relaciones afectivas: algunas crecerán o cobrarán nuevas perspectivas, otras demandarán distanciamiento y otras, más amorosas y saludables, comenzarán.
- Sepamos que cada ilusión, cada mentira, cada decepción y cada engaño será revelado, independientemente de las consecuencias que esto traiga como resultado: a cada alma le ha sido dada la oportunidad de avanzar hacia el reconocimiento, de mirar lo que el juego de la vida le ha presentado y de abrazar cada experiencia para su plenitud y completud. Negarnos sólo incrementa el juego del sufrimiento y la dualidad. No hay lugar donde esconderse y no hay nada que pueda permanecer mucho tiempo escondido.
- Reconozcamos el miedo para transformarlo e integrarlo por medio de la Luz y el Amor: Amor y Miedo representan los dos aspectos de la dualidad en la Tierra. La Luz nos revela que el Amor es lo único que existe; por eso a medida que el aumento de la Luz se hace presente, el ego se defiende con su única herramienta: el miedo (con sus múltiples facetas: enojo, ira, conductas abusivas, envidia, odio, etc.). Aprendamos a transmutar el miedo en amor.
- Elijamos aplicar el Principio de Luz y Amor a las relaciones personales, a la formación de empresas y organizaciones: el Amor es la esencia de la solidaridad, de la compasión, del respeto por el otro, de la conciencia comunitaria, del cuidado del medio ambiente, del trabajo saludable. Ya no será posible construir ningún sistema social ni económico basados en el abuso y la violencia.
- Conectémonos con nuestro corazón y atendamos a la intuición a la hora de elegir un nuevo lugar para vivir: si no estamos en un espacio que mantenga alta nuestra energía o si sentimos que ya no pertenecemos a determinada zona geográfica, hagamos caso y dejémonos llevar.
- Alimentemos nuestro espíritu a través del contacto con nuestro planeta y con todos los seres vivos: la Tierra y la Naturaleza son nuestro sustento, soporte y el medio para conectarnos con nuestra verdadera esencia. Alinearnos con lo ciclos de la naturaleza nos devuelve la armonía perdida y reestablecen un ritmo saludable. Podemos contemplar, relajarnos, respirar, caminar, lo que sea que nos ayude.
- Confiemos en la Bondad y el Amor Incondicional de nuestros Guías y de los Seres de Luz del Universo que nos acompañan en este maravilloso período: todos los que nos autoelegimos para transitar esta etapa de Ascensión fuimos acompañados y respaldados en esa decisión con mucho amor y júbilo por Seres de Luz de dimensiones elevadas.
Por eso, nadie está solo, nadie es olvidado, nadie está perdido. Recordemos conectarnos y solicitar ayuda y encontraremos el camino hacia la Luz.
Laura Foleto en Abrazar la Vida.
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