La transformación de este mundo o planeta Tierra desde la 3D en la que hoy nos encontramos, hasta llegar a convertirse en un mundo físico de 5D, resulta imposible de percibir si nuestra propia conciencia no vive su propia transformación en sí misma.
Nuestra capacidad y nivel de percepción asumido es lo que nos permite percibir más o menos fiel la realidad en la que nos encontramos. En esto hemos de depositar nuestro ahínco, ya que nuestro nivel de conciencia asumido se convertirá en la única brújula que dispondremos a la hora de establecer y mantener nuestros rumbos.
Ello nos comportará un sinfín de situaciones nuevas para todos nosotros, ya que el nivel evolutivo asumido de nuestras conciencias es estrictamente particular e individual. Si a ello le sumamos que como individuos nuestra identidad será nuestra identidad estrictamente más auténtica que cada uno de nosotros estemos viviendo, lejos por completo de los yo’s que nos hayamos creído ser en el pasado, la unicidad entre nosotros será absolutamente plena y la complementación mutua, recíproca y natural de nuestras conciencias particulares, dará lugar a la conciencia global de la humanidad. Por otra parte, si ello nos parece poco, también deberemos integrar a dicha conciencia humana la aportación de los seres superiores ya ascendidos, que sin duda están y seguirán interviniendo en el proceso de transformación y elevación dimensional de este planeta.
Esta es la más evidente realidad que hoy existe ante nosotros, y por lo que a cada uno nos concierne, en primer lugar debemos ser muy conscientes que la transformación global se inicia en la transformación particular de cada individuo y con su plena integración dentro de la Vida como el ser humano, en nuestro caso, que somos en verdad. Para que ello se haga realidad, es totalmente imprescindible que cada uno trascendamos nuestro ego y asumamos como seres superiores nuestro camino hacia el respectivo núcleo crístico. Las constelaciones naturales se fraguaran a nivel físico, produciéndose núcleos o comunidades dentro de las cuales se dará vida a las razones naturales de vida de aquellos de nosotros que las integran. Dichos núcleos o comunidades estarán en relación directa y vivenciada con los demás núcleos extendidos por el planeta, pero esto será después de un periodo de reencuentro y consolidación en cada una de estas comunidades por parte de aquellos individuos, o mejor dicho, de seres superiores y crísticos que las integremos. Todo ello en plena sintonía con la guía de aquellos seres superiores ya ascendidos a dimensiones superiores a la 5D.
Resulta más que evidente que la población mundial y este planeta no estamos solos ni abandonados a nuestra suerte. Nuestras conciencias hoy pueden percibir en mayor o menor medida que todos formamos parte de un plan o mejor dicho un avatar evolutivo divino en sí mismo. Cada uno de nosotros podemos descubrir, aceptar y asumir vivamente nuestra propia divinidad que permaneció aletargada e ignorada en nuestro interior a lo largo de nuestra existencia particular de hasta hoy. Sólo así podremos vivir nuestro paso de 3D a 5D, junto a la misma transformación que se está llevando a cabo por parte del planeta Tierra. Son dos transformaciones en una sola, la de los seres vivos, como mínimo superiores, que hoy formamos parte de este planeta, y la del propio planeta Tierra en sí.
Si observamos hacia atrás en nuestro camino recorrido más reciente, podemos percibir que a partir de poco más de la mitad del siglo veinte d.C. el tiempo sufrió progresivamente un cambio o aceleración. Hoy dicha aceleración sigue aumentando su ritmo y nuestros días no pueden contener la misma cantidad de actividad que contenían antaño, a la vez que la autenticidad de nuestras propias vivencias hoy se enriquecen por momentos. Ello es parte de dicha transformación, la cual está manifestándose en este mundo, en nuestras vidas, de manera sutil y palpable a la vez, y así seguirá produciéndose progresivamente hasta transformarse por completo el concepto tiempo, al igual como también está produciéndose con el concepto espacio. Hoy no consiste lo mismo para nosotros lo lejos o lo cercano, si lo comparamos con nuestra propia interpretación que hacíamos nosotros hace cincuenta años, estos conceptos originariamente de 3D, están siendo desplazados hacia los naturales y propios de 5D.
La transformación está viva desde hace algún tiempo, pero ahora se está acelerando de manera imprevisible para nuestras propias conciencias de antaño. A pesar de ello, dicha evolución también acoge a nuestras conciencias en la medida que lo permitimos y ello nos lleva a poder vislumbrar en qué consiste cada nuevo paso que podemos avanzar.
Digo esto, porque desde mi percepción de hoy, percibo nuestro actual presente como un final de la 3D de este planeta, dentro del cual se están encontrando los últimos hilos deshilados de las ropas con las que nos hemos vestido hasta hoy, pero estos se encuentran junto a los nuevos hilos que van apareciendo, los cuales son sin lugar a dudas de 4D y 5D.
Repito que lo que hoy manifiesto en estas líneas es mi percepción de hoy y cuando me planteo cómo será nuestro paso por la 4D mientras avanzamos hacia la 5D, lo percibo como un paso sumamente rápido dentro del concepto tiempo, que se producirá al unísono, por una parte en nuestra conciencia como individuos, lo cual será como un inventario de lo que contiene nuestro subconsciente de lo vivido en 4D a lo largo de nuestras vidas físicas e intervidas, un inventario de todas aquellas vivencias que todos hemos tenido en nuestros sueños nocturnos a pesar de haberlas ignorando por parte de nuestra propia mente consciente.
Quien más y quien menos hemos vivido paralelamente a nuestras vidas físicas en 3D, vidas en 4D e incluso 5D que vivimos como mínimo en los periodos de descanso físico, en nuestros periodos de intervidas y en momentos de meditación. El campo vibratorial que este planeta sumió el pasado 10 de noviembre del 2010 nos facilita, entre otras cosas, que los frutos de nuestras vivencias en 3D, en 4D y 5D incidan entre sí, dando con ello el producto que hoy por hoy cada uno disponemos para afrontar la actual etapa que empieza a hacerse realidad.
Antes indiqué que a la vez y al unísono de este inventario individual, a nivel físico debemos aplicar los cimientos de la 5D hacia la que avanzamos. Existe la necesidad vital de mucha vida viva a generar que debemos sembrar las simientes para que llegado el momento la obra de la Vida se manifieste en este planeta Tierra de 5D. Esta etapa sumamente corta en el tiempo, como mucho 10 ó 15 años, es el tiempo que disponemos los individuos para elevarnos y consolidarnos respectivamente, no sólo como yo superiores, sino como mínimo como seres crísticos.
Dicho periodo lo percibo como el momento de la gran criba, criba que efectuaremos nosotros mimos a través de nuestra propia voluntad y compromiso particular en relación a nuestra elevación evolutiva y con nuestra propia integración dentro de la Vida. Hagámonos conscientes que en los mundos de 5D no existe ni la Oscuridad ni cualquier posible ego, ni karma, es por ello que la criba la llevaremos todos a cabo con este puntual rasero. Sólo la luz, el amor crístico o universal, la sabiduría, la trasparencia y la pureza, tienen y tendrán cabida en esta 5D, nuestra mente será estrictamente lineal y dejaremos en nuestro pasado la hasta hoy mente dual.
La 5D dimensión es el primer tramo real de nuestro viaje de regreso al Sí de la Vida. La 5D es el primer peldaño de la auténtica humanidad como especie y parte de la Vida Creada. Es nuestra primera etapa como seres superiores, seamos de la especie que seamos a la hora de iniciarla. Este es nuestro reto verdadero que tenemos cada uno en nuestro presente, en la medida que lo asumimos nos unicitamos unos a otros, no por voluntad partidista, sino simplemente por ley natural.
La Vida, Dios, nos está esperando con sus brazos abiertos de par en par. Ahora cada uno de nosotros puede asumir su propia divinidad o autenticidad y fundirse por completo dentro de Ella o Él, o bien decidir nuevamente seguir intentando lograr sentirse vivir al margen de la Vida, tal y como todos hicimos desde siempre a lo largo de nuestra existencia hasta hoy. Quienes decidáis seguir intentándolo, haceros conscientes que no lo podréis llevar a cabo en este mundo o planeta por mucho más tiempo, ya que la finalidad de este mundo sí que se está transformando desde ya hace tiempo, elevándose progresivamente hasta que llegue a convertirse en sí mismo en un mundo físico de 5D.
Hagámonos conscientes que nadie de nosotros está sólo en este momento, a no ser que nuestra negación hacia esta realidad nos haga mantenernos al margen del caudal de Vida viva que inunda este planeta Tierra. La libertad ha sido hasta hoy un don para los egos, pero para los seres humanos auténticos es parte viva de nosotros mismos. La libertad conlleva siempre el asumir las consecuencias que se deriven de nuestros propios actos y decisiones, tanto si se convierten en nuestro sufrimiento, como si lo que se deriva de ello es nuestra mayor gloria alcanzada.
A finales del 2010 cada uno de nosotros tenemos en nuestras manos esta puntual realidad, todos y cada uno debemos decidir de manera real sobre este aspecto. Ya no existe más tiempo ni espacio aquí para demorar más nuestra decisión particular. Los velos siguen cayéndose ante las conciencias propia y ajenas. La dualidad se está convirtiendo en intrusa para los designios vigentes hoy en este mundo o planeta. Nuestra propia autenticidad reclama su lugar natural en nosotros y a la vez el pleno derecho de manifestarse fiel a lo que somos, de hacerlo en nuestra vida, en nuestros propios presentes, en nuestras relaciones, en nuestros compromisos auténticos, en nuestra obra, en nuestro gozo, en ...
Os invito a que cada uno abramos nuestro corazón y permitamos que de él fluya libremente lo más divino de nosotros mismos, sólo así podemos descubrir quiénes somos y la fuerza y la luz del Amor vivos entre nosotros.
Nuestra capacidad y nivel de percepción asumido es lo que nos permite percibir más o menos fiel la realidad en la que nos encontramos. En esto hemos de depositar nuestro ahínco, ya que nuestro nivel de conciencia asumido se convertirá en la única brújula que dispondremos a la hora de establecer y mantener nuestros rumbos.
Ello nos comportará un sinfín de situaciones nuevas para todos nosotros, ya que el nivel evolutivo asumido de nuestras conciencias es estrictamente particular e individual. Si a ello le sumamos que como individuos nuestra identidad será nuestra identidad estrictamente más auténtica que cada uno de nosotros estemos viviendo, lejos por completo de los yo’s que nos hayamos creído ser en el pasado, la unicidad entre nosotros será absolutamente plena y la complementación mutua, recíproca y natural de nuestras conciencias particulares, dará lugar a la conciencia global de la humanidad. Por otra parte, si ello nos parece poco, también deberemos integrar a dicha conciencia humana la aportación de los seres superiores ya ascendidos, que sin duda están y seguirán interviniendo en el proceso de transformación y elevación dimensional de este planeta.
Esta es la más evidente realidad que hoy existe ante nosotros, y por lo que a cada uno nos concierne, en primer lugar debemos ser muy conscientes que la transformación global se inicia en la transformación particular de cada individuo y con su plena integración dentro de la Vida como el ser humano, en nuestro caso, que somos en verdad. Para que ello se haga realidad, es totalmente imprescindible que cada uno trascendamos nuestro ego y asumamos como seres superiores nuestro camino hacia el respectivo núcleo crístico. Las constelaciones naturales se fraguaran a nivel físico, produciéndose núcleos o comunidades dentro de las cuales se dará vida a las razones naturales de vida de aquellos de nosotros que las integran. Dichos núcleos o comunidades estarán en relación directa y vivenciada con los demás núcleos extendidos por el planeta, pero esto será después de un periodo de reencuentro y consolidación en cada una de estas comunidades por parte de aquellos individuos, o mejor dicho, de seres superiores y crísticos que las integremos. Todo ello en plena sintonía con la guía de aquellos seres superiores ya ascendidos a dimensiones superiores a la 5D.
Resulta más que evidente que la población mundial y este planeta no estamos solos ni abandonados a nuestra suerte. Nuestras conciencias hoy pueden percibir en mayor o menor medida que todos formamos parte de un plan o mejor dicho un avatar evolutivo divino en sí mismo. Cada uno de nosotros podemos descubrir, aceptar y asumir vivamente nuestra propia divinidad que permaneció aletargada e ignorada en nuestro interior a lo largo de nuestra existencia particular de hasta hoy. Sólo así podremos vivir nuestro paso de 3D a 5D, junto a la misma transformación que se está llevando a cabo por parte del planeta Tierra. Son dos transformaciones en una sola, la de los seres vivos, como mínimo superiores, que hoy formamos parte de este planeta, y la del propio planeta Tierra en sí.
Si observamos hacia atrás en nuestro camino recorrido más reciente, podemos percibir que a partir de poco más de la mitad del siglo veinte d.C. el tiempo sufrió progresivamente un cambio o aceleración. Hoy dicha aceleración sigue aumentando su ritmo y nuestros días no pueden contener la misma cantidad de actividad que contenían antaño, a la vez que la autenticidad de nuestras propias vivencias hoy se enriquecen por momentos. Ello es parte de dicha transformación, la cual está manifestándose en este mundo, en nuestras vidas, de manera sutil y palpable a la vez, y así seguirá produciéndose progresivamente hasta transformarse por completo el concepto tiempo, al igual como también está produciéndose con el concepto espacio. Hoy no consiste lo mismo para nosotros lo lejos o lo cercano, si lo comparamos con nuestra propia interpretación que hacíamos nosotros hace cincuenta años, estos conceptos originariamente de 3D, están siendo desplazados hacia los naturales y propios de 5D.
La transformación está viva desde hace algún tiempo, pero ahora se está acelerando de manera imprevisible para nuestras propias conciencias de antaño. A pesar de ello, dicha evolución también acoge a nuestras conciencias en la medida que lo permitimos y ello nos lleva a poder vislumbrar en qué consiste cada nuevo paso que podemos avanzar.
Digo esto, porque desde mi percepción de hoy, percibo nuestro actual presente como un final de la 3D de este planeta, dentro del cual se están encontrando los últimos hilos deshilados de las ropas con las que nos hemos vestido hasta hoy, pero estos se encuentran junto a los nuevos hilos que van apareciendo, los cuales son sin lugar a dudas de 4D y 5D.
Repito que lo que hoy manifiesto en estas líneas es mi percepción de hoy y cuando me planteo cómo será nuestro paso por la 4D mientras avanzamos hacia la 5D, lo percibo como un paso sumamente rápido dentro del concepto tiempo, que se producirá al unísono, por una parte en nuestra conciencia como individuos, lo cual será como un inventario de lo que contiene nuestro subconsciente de lo vivido en 4D a lo largo de nuestras vidas físicas e intervidas, un inventario de todas aquellas vivencias que todos hemos tenido en nuestros sueños nocturnos a pesar de haberlas ignorando por parte de nuestra propia mente consciente.
Quien más y quien menos hemos vivido paralelamente a nuestras vidas físicas en 3D, vidas en 4D e incluso 5D que vivimos como mínimo en los periodos de descanso físico, en nuestros periodos de intervidas y en momentos de meditación. El campo vibratorial que este planeta sumió el pasado 10 de noviembre del 2010 nos facilita, entre otras cosas, que los frutos de nuestras vivencias en 3D, en 4D y 5D incidan entre sí, dando con ello el producto que hoy por hoy cada uno disponemos para afrontar la actual etapa que empieza a hacerse realidad.
Antes indiqué que a la vez y al unísono de este inventario individual, a nivel físico debemos aplicar los cimientos de la 5D hacia la que avanzamos. Existe la necesidad vital de mucha vida viva a generar que debemos sembrar las simientes para que llegado el momento la obra de la Vida se manifieste en este planeta Tierra de 5D. Esta etapa sumamente corta en el tiempo, como mucho 10 ó 15 años, es el tiempo que disponemos los individuos para elevarnos y consolidarnos respectivamente, no sólo como yo superiores, sino como mínimo como seres crísticos.
Dicho periodo lo percibo como el momento de la gran criba, criba que efectuaremos nosotros mimos a través de nuestra propia voluntad y compromiso particular en relación a nuestra elevación evolutiva y con nuestra propia integración dentro de la Vida. Hagámonos conscientes que en los mundos de 5D no existe ni la Oscuridad ni cualquier posible ego, ni karma, es por ello que la criba la llevaremos todos a cabo con este puntual rasero. Sólo la luz, el amor crístico o universal, la sabiduría, la trasparencia y la pureza, tienen y tendrán cabida en esta 5D, nuestra mente será estrictamente lineal y dejaremos en nuestro pasado la hasta hoy mente dual.
La 5D dimensión es el primer tramo real de nuestro viaje de regreso al Sí de la Vida. La 5D es el primer peldaño de la auténtica humanidad como especie y parte de la Vida Creada. Es nuestra primera etapa como seres superiores, seamos de la especie que seamos a la hora de iniciarla. Este es nuestro reto verdadero que tenemos cada uno en nuestro presente, en la medida que lo asumimos nos unicitamos unos a otros, no por voluntad partidista, sino simplemente por ley natural.
La Vida, Dios, nos está esperando con sus brazos abiertos de par en par. Ahora cada uno de nosotros puede asumir su propia divinidad o autenticidad y fundirse por completo dentro de Ella o Él, o bien decidir nuevamente seguir intentando lograr sentirse vivir al margen de la Vida, tal y como todos hicimos desde siempre a lo largo de nuestra existencia hasta hoy. Quienes decidáis seguir intentándolo, haceros conscientes que no lo podréis llevar a cabo en este mundo o planeta por mucho más tiempo, ya que la finalidad de este mundo sí que se está transformando desde ya hace tiempo, elevándose progresivamente hasta que llegue a convertirse en sí mismo en un mundo físico de 5D.
Hagámonos conscientes que nadie de nosotros está sólo en este momento, a no ser que nuestra negación hacia esta realidad nos haga mantenernos al margen del caudal de Vida viva que inunda este planeta Tierra. La libertad ha sido hasta hoy un don para los egos, pero para los seres humanos auténticos es parte viva de nosotros mismos. La libertad conlleva siempre el asumir las consecuencias que se deriven de nuestros propios actos y decisiones, tanto si se convierten en nuestro sufrimiento, como si lo que se deriva de ello es nuestra mayor gloria alcanzada.
A finales del 2010 cada uno de nosotros tenemos en nuestras manos esta puntual realidad, todos y cada uno debemos decidir de manera real sobre este aspecto. Ya no existe más tiempo ni espacio aquí para demorar más nuestra decisión particular. Los velos siguen cayéndose ante las conciencias propia y ajenas. La dualidad se está convirtiendo en intrusa para los designios vigentes hoy en este mundo o planeta. Nuestra propia autenticidad reclama su lugar natural en nosotros y a la vez el pleno derecho de manifestarse fiel a lo que somos, de hacerlo en nuestra vida, en nuestros propios presentes, en nuestras relaciones, en nuestros compromisos auténticos, en nuestra obra, en nuestro gozo, en ...
Os invito a que cada uno abramos nuestro corazón y permitamos que de él fluya libremente lo más divino de nosotros mismos, sólo así podemos descubrir quiénes somos y la fuerza y la luz del Amor vivos entre nosotros.
Joan-J. Giralt
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